La vida al borde del mar helado es muy dura. Las placas de hielo de ambos lados están en constante movimiento y en invierno, se congelan por completo a temperaturas de 70 grados bajo cero. Solo en primavera, con el hielo en retroceso y a la luz bañando el agua, comienza la vida de nuevo.El plancton resurge y alimenta a vastas multitudes de peces migratorios, aves, ballenas, focas y osos polares; las morsas rastrillan el fondo del mar buscando almejas; el rorcual aliblanco y las ballenas jorobadas se atiborran de gigantescos bancos de krill. Pero se trato sólo de una breve indulgencia, porque el hielo regresa pronto y empuja la vida de vuelta al océano..
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